Matalascañas es una ciudad de vacaciones situada en el borde del Parque Nacional de Doñana que tiene su origen en los años 60 del siglo XX, y absolutamente condicionada por el monocultivo de la actividad turística; aislada, envejecida y a la vez presionada por expectativas inmobiliarias que siguen la lógica inmobiliaria, su evolución está condicionada sin embargo por los síntomas de agotamiento del modelo: especialización en segunda residencia, perdida de calidad de los hoteles, problemas de mantenimiento e inversión en infraestructuras., etc.
En esta posición tan singular, la rehabilitación se orienta a la transformación global de la percepción ambiental y paisajística del núcleo urbano, mediante operaciones clave para la ordenación de espacios hoteleros, de ocio urbano, dotacionales y de centralidad, que mejoren su estructura funcional.
En el trabajo se aportaban, entre otras, propuestas que combinaban la transformación paisajística del espacio urbano con el tratamiento de la movilidad, y el avance de diseño de piezas urbanas emblemáticas como el paseo marítimo y un nuevo centro.
Plan de movilidad sostenible en Punta Umbría