El criterio básico de la ordenación propuesta ha sido el de mantener y dar sentido a los dos niveles de agrupación implícitos en el Plan Parcial: el más amplio de la unidad de ordenación o parcela del concurso, y el de las subparcelas, como núcleo de agrupación básico de las viviendas. Creemos que estos dos ámbitos intermedios entre el espacio estrictamente privado de la vivienda y el público enriquecen la trama urbana de la agrupación residencial.
Para ello hemos agrupado, en primer lugar las viviendas perimetralmente en cada subparcela, reduciendo en segundo lugar la superficie de las mismas al mínimo permitido por la normativa, 120 m², con el fin de crear un espacio interior común a todas ellas.
La vivienda básica propuesta para la promoción es una vivienda con dos plantas y con semisótano o no, dependiendo de la forma en que se cubra la exigencia de las dos plazas de aparcamiento por vivienda.
Hemos optado por una volumetría simple, no sólo por consideraciones económicas, sino por creer que la disposición perimetral de estas viviendas y la movida topografía son elementos suficientes para enriquecer dicha volumetría básica, sin necesidad de introducir más variaciones.